La norma básica de autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias, dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia establece los criterios esenciales, de carácter mínimo, para la regulación de la autoprotección, para la definición de las actividades a las que obliga, y para la elaboración, implantación material efectiva y mantenimiento de la eficacia del Plan de Autoprotección. Por ello, En SABICO CONTRA INCENDIOS aunque comenzamos por analizar, identificar y evaluar los riesgos potenciales que enfrentamos para establecer las medidas y recursos necesarios para la prevención y extinción de incendios, apostamos por lograr la implicación de los alumnos, especialmente de los más pequeños en los planes de seguridad.
Los sistemas de protección contra incendios no están pensados para los niños y eso es un problema grave, ya que dependen totalmente de un adulto para poder salir de una situación de emergencia.
Por un lado, hay impedimentos físicos que hacen que los niños no puedan escapar de un incendio por sus propios medios:
- Las puertas corta fuegos son demasiado pesadas.
- Las puertas no disponen de una barra antipánico a su altura.
- Los extintores son grandes y pesados para que los puedan usar.
Por otro lado, no se involucra a los niños de una manera real en los planes de evacuación de un colegio. Es decir, los niños no saben identificar las señales dispuestas por el centro escolar, los simulacros de evacuación se realizan siempre acompañados de adultos, etc.
Somos conscientes que en la mayoría de los casos un adulto estará presente en la evacuación del centro escolar, pero nos parece imprescindible (y nuestros casi 40 años de experiencia así lo demuestran) que es necesario hacerles partícipes de los planes de evacuación y de los elementos contra incendios a utilizar de una manera activa:
- Uso real de extintores.
- Simulacros de evacuación sin adultos.
- Formación en el significado de las señales.
Los alumnos tienen que ser parte activa y consciente de un plan de emergencias. De esta manera, en caso de ser necesario, podrán ponerlo en práctica y a medida que vayan creciendo, serán adultos formados en sistemas de protección contra incendios.